1 de març del 2011

punto de inflexión

Y debería estar leyendo las lecturas para mañana, pero me llama más esta página en blanco que quiero llenar con cosas que no sé ni si saldrán y menos aún si tendrán sentido. Hace 16 días. Os váis a cansar de leer cuántos días hace que llegué aquí, pero es que me sorprendre todavía levantarme viendo los pies de Júlia.

Creo que este fin de semana ha sido el fin de semana de inflexión. Ya he puesto mi lavadora, he colgado mis fotos, he ordenado mi mesa y he limpiado mi habitación. Este finde ha sido el punto en que puedo decir que ha empezado mi Erasmus. porqué me he dado cuenta que no sentiré la brisa del mediterraneo, ni comeré sandía hasta finales de Julio. Me he dado cuenta que ya empiezo a saberme las paradas de tramvia, a conocerme las calles, a haber paseado por la mitad del mapa de la ciudad. Y esto, esto no sé si me pone triste o me da que pensar en todo lo que tengo que hacer aquí.

Sólo sé que hoy me he dado cuenta que echo de menos. Y mucho. Echo de menos Barcelona y Mallorca. Mallorca y Barcelona. Mis vidas, mis gentes y mis rutinas. Pero adoro lo que tengo estos días, aunque este fin de semana haya sido light, aunque haya tenido mis momentos de reflexión, aunque haya estado más out que in. Pero es que hay días en que pienso demasiado, y lo sabéis, y todo me come por dentro, y me llegan esas dudas existenciales de si hago lo correcto con mi vida.

Pero ahora sé que cuando me entren esas dudas, cuando tenga que elegir dónde hacer prácticas o cuál es la mejor elección para aquel día, sé que tengo que irme al río, observar la preciosidad del castillo y pensar que estoy delante del mediterraneo. Porqué el Moldava será mi nuevo mar.

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