7 de juny del 2011

Gracias

Me he puesto el gorro de paja de verano y he decidido salir de esta pensión. Me he mirado en el espejo para ver las pintas que llevaba. Tenía pintas, claro, unos ojos rojos llorosos, una coleta medio deshecha y unas gafas todavía sucias de lágrimas. He decido salir del hostel y afrontar esta Praga vacía, esta Praga que ya no es la misma, esta Praga que ya no es mi Praga. He decidido salir con lo que muchos me reconocéis, con mi cámara al cuello, para tener que evitar mirar directamente esta ciudad. He decidido salir y afrontar el miedo de caminar por esas calles que solo me recuerdan a vosotros. Mi miedo es encontrar fantasmas que lleven vuestras caras, escuchar nuestras risas y sentir abrazos donde no los haya. Mi miedo es encontraros en las esquinas, en los tescos, en los carteles, en las calles, en la comida, en los trams, en los guiris, en los helados, en el New Yorker o en Karlovo Most. Mi miedo es que no sepa vivir conmigo misma durante 6 días en esta ciudad que ahora se alza gigante, con calles frías y llenas de gente que solo está de paso. Gente que nunca llegará a saber lo que Praga fue para mi, para nosotros. Praga ahora has cambiado, pero es que incluso así no puedo odiarte, porqué sigues siendo preciosa. Nadie puede negarte esa belleza innata, aunque creo que ahora ya no eres para mi. No sin ellos. Sin cada uno de ellos, con sus defectos y sus virtudes.

Pero si pienso fríamente, sé que todo esto es solo un miedo. Sé que, como siempre, seré capaz de afrontar estos días sin vosotros. Solo es cuestión de acostumbrarse, de no buscaros, de no rememoraros, de aprender a querer lo que tuvimos sin esperar revivirlo. Solo es cuestión de hacerle caso a mi Sabina y no volver al lugar donde fuimos felices. Solo es cuestión de asimilar, aceptar y ser feliz. Ser feliz porqué os he conocido y me habéis hecho grande. Ser feliz porqué sé que ahora tengo amigos repartidos por todas las partes. Sé que no nos veremos cada día, ni tampoco hablaremos, pero tampoco necesito que me digáis que estaréis allí, porqué lo sé, porqué me lo han dicho vuestros abrazos, vuestras lágrimas antes de iros, vuestros actos, vuestros gestos, vuestros comentarios durante estos 5 meses. Todos vosotros habéis hecho de esta una nueva Antònia que no olvidarà nunca nada de estos meses. Todos vosotros habéis hecho que sea feliz y sé que todo esto, de una manera u otra, continuará, sea donde sea. Por eso, por eso cuando vuelvo a llorar pensando en cada uno de vosotros pienso que como cierta personita dice, esto no ha sido un adiós, esto ha sido un hasta luego, un punto y a parte en nuestra historia que no ha hecho nada más que empezar.

Gracias

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