30 de maig del 2011

Plaza Catalunya, acampados y United

El Barça me ha vuelto a sacar una sonrisa, como ya lleva haciendo estos tres años incesantemente. Nunca me cansaré de ver a este equipo, de admirarlos, aun sabiendo que no gano nada, aun sabiendo que pierdan o ganen yo continuaré con mis estudios, mi gente, mi vida. Pero es que el futbol es una de mis pasiones y el Barça está arriba de todo. Muchas veces me indigno pensando cómo puede ser que este deporte junte más gente que otras injusticias como la de el viernes en Plaza Catalunya. Me indigno, y mucho. Pero pienso y reconozco que almenos soy consecuente con mis palabras y voy a Plaza Catalunya para ambas cosas. Esa plaza ha visto como he demostrado mi amor y mi pasión por el Barça, pero también mi indignación por planes Boloña, guerras y cargas policiales.

Y estando aquí en Praga en dos días he echado tantísimo de menos esa Plaza donde llega mi aerobus cada vez que vuelvo de Mallorca, esa Plaza que ve mis reencuentros con amigos y con famílias, esa Plaza donde me despedí por primera vez de mi madre cuando me quedé en Barcelona. Pues sí, te he echado de menos Plaza Catalunya.

Estos dos días me hubiese gustado tanto estar en Barcelona, aunque el viernes me avergonzase de la gente que te lidera. Me avergonzase ver como callaban a porrazos los gritos de libertad, las manos blancas y los corazones ansiosos de oportunidades. Me avergoncé tanto de ti Barcelona, tanto que no te lo mereces. Y estaba aquí en Praga, en mi habitación 157, sin dar crédito a las fotos que veía, los textos que leía y las crónicas que escuchaba. Sin querer aceptar que ese era mi país, mi ciudad, que trataba de esa manera a sus ciudadanos.

Y también te eché de menos ayer, Plaza. Eché de menos vitorear tu nombre Barça hasta quedarme sin voz. Pero todo curte en esta vida y nunca voy a olvidar este 28 de mayo. Un mayo, una final de champions, un Manchester, una ciudad, Praga. Un bar, el Bar de todos los Barça - Madrid. El Bar en que había un culé por 20 ingleses. El Bar donde canté los tres goles con todo el alma, incluso atragantándome con el burrito. Te canté Pedro, te adoré Messi, te vitoreé Villa. Pero los ingleses silenciaban nuestros cánticos. Aunque nosotros ganamos, ellos me demostraron qué es ser un buen aficionado: minuto 85, perdiendo 3-1, se levantan y cantan sin cesar durante 15 minutos "We love united,yes we do". Esto señores, esto es ser fiel, es amar, es dejarse la piel por lo que quieres, es estar orgullosos, es luchar por lo que crees... Ayer en el Bar, los aficionados del United me enseñaron porqué continuan las acampadas, porque la gente que está allí es fiel, ama, se deja la piel por lo que quiere, se siente orgullosa de estar allí, lucha por lo que cree... Y en esta vida no debemos sobrevivir, sinó vivir, y para vivir hay que luchar, creer y amar.

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